lunes, 11 de mayo de 2020

MANEJO DEL ESTRES


¿Qué es el estrés?

“Estrés” es el término con que el investigador Hans Selye rotuló, en 1936, a lo que llamó “un síndrome general de adaptación”: una reacción instintiva y natural, que le permite al organismo enfrentar cualquier tipo de demanda incrementada, real o imaginaria. El estrés no es algo “malo.  Lo malo, es cuando se convierte en distrés, que es cuando vemos los acontecimientos o situaciones como una sobrecarga y como algo que sobrepasa nuestras capacidades.

¿Cuándo se activa el estrés?
·         Frente a incidentes aparentemente simples (como un ruido no identificable),
·         situaciones difíciles (divorcio, mudanza, desempleo, exámenes),
·         sucesos imaginarios (el futuro laboral, la posibilidad de una operación) o
·         hechos cotidianos considerados traumáticos (un trabajo muy exigente, entorno familiar con poca gratificación o apoyo, supuestos de robo o violencia).

¿Qué consecuencias físicas ocasiona?
·         Trastornos del sueño, problemas digestivos, úlceras,
·         modificaciones en la conducta sexual,
·         taquicardia, hipertensión, ataques cardíacos,
·         contracturas, dolores de espalda, fatiga,
·         depresión, alteraciones en la vida afectiva, envejecimiento, trastornos de
·         ansiedad y pánico, caída del cabello, artritis reumatoidea, daños en la memoria,
·         depósitos de grasa en las caderas, debilidad en el sistema inmunológico, disfunciones en el sistema reproductor.

¿Cómo ayudarte?
Si sientes que no puedes controlar tu estrés (además de la práctica de la respiración, la conciencia cuerpo mente y la relajación), ten en cuenta las siguientes recomendaciones del “Instituto Francés de Ansiedad y Estrés”:

  • HAZ UNA PAUSA de 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repite estas pausas en tu vida diaria y piense en ti, analizando tus actitudes.
  • Respira, desperézate, hazte auto masajes y practica ejercicios simples de estiramientos o para fortalecer tu cuerpo.
  • APRENDE A DECIR “NO”, sin sentirte culpable, o creer que lastimas a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.
  • PLANEA TU DÍA, pero deja siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de ti.
  • CONCÉNTRATE EN UNA TAREA POR VEZ por más ágiles que sean tus cuadros mentales, te cansas. Permanece consciente de tu cuerpo y escúchalo: vivirás más plena y fluidamente.
  • OLVÍDATE de una vez por todas de que tú eres indispensable en el trabajo, casa o grupo habitual. Por más que eso te desagrade, todo camina sin tu actuación, a no ser tú mismo.
  • DEJA DE SENTIRSE RESPONSABLE por el placer de los otros. Tú no eres la fuente de los deseos ni el eterno maestro de ceremonia.
  • PIDE AYUDA siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírsela a las personas correctas.
  • SEPARA problemas reales de los imaginarios y elimínalos, porque son pérdida de tiempo... y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes
  • INTENTA descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer, leer y pasear, sin creer, a la vez, que es lo máximo que puedes conseguir en la vida.
  • EVITA envolverte en ansiedades y tensiones ajenas (tú no eres un “revolvedor” de problemas). Espera un poco y después retorna al diálogo y a la acción.
  • TU FAMILIA NO ERES TÚ está junto a ti, compone tu mundo, pero no es tu propia identidad.
  • COMPRENDE que principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evitan el movimiento y la búsqueda. Sé consecuente con tus principios básicos, pero aprende a estar abierto a lo nuevo y al cambio.
  • ES NECESARIO tener siempre a alguien en quien puedas confiar y hablar abiertamente. No sirve de nada si está lejos de los Otros.
  • CONOCE la hora acertada de salir de una cena, levantarte del palco y dejar una reunión. Nunca pierdas el sentido de la importancia sutil de salir a la hora correcta.
  • EVITA QUERER saber si hablaron mal de ti ni te atormentes con esa basura mental. Escucha lo que hablaron bien de ti, con reserva analítica, sin creértelo todo.
  • COMPETIR en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.
  • LA RIGIDEZ es buena en las piedras, pero no en los seres humanos.
  • UNA HORA DE INMENSO PLACER sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no pierdas una buena oportunidad de divertirte.
  • CUIDA Y MANTÉN tus tres grandes e invaluables amigas: Intuición, Inocencia y Fe.
  • Entiende que tú eres lo que haces de ti mismo. Con constancia en estas actitudes, el estrés puede ser puesto en su lugar correcto (un conjunto de reacciones que nos ayudan frente a determinadas demandas).
  • Llena tu cerebro y tu mente de luz.
  • Tomar la vida con serenidad, aceptación y buen humor es la mejor estrategia.


Una forma rápida de centrarte
  • Sentado o parado, como prefieras:
  • Junta o entrelaza las manos, estira los brazos lo más adelante que puedas y baja la cabeza; elonga la espalda placenteramente.
  • Estira hacia arriba, abriendo las axilas. No te olvides de respirar.
  • Inclina un poco el torso hacia la izquierda y la derecha, como si quisieras desprender la cintura. No fuerces ni exijas tu cuerpo: hazlo suave y agradablemente.
  • Junta las manos atrás y estira los brazos, abriendo el pecho.
  • Estira las piernas, primero con los pies apuntando al frente (con lo que elongas la parte anterior) y luego con los pies para arriba (con lo que estiras la parte posterior).
  • Golpea el piso con los pies unas cuantas veces, liberando el resto de las tensiones y conectándote con tu cuerpo y tu energía.
  • Bosteza ampliamente (absorbe aire como si fueras una aspiradora y, si puedes, exhala con “ruido”, ¡descárgate!); si no, puedes hacer gestos con la cara, abriendo grande la boca.


HECTOR ARLEY MEJIA GIL
Docente Orientador IEMTM

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