REFLEXION
Poesía:
Cada noche, a las nueve, oigo la voz de papá:
-Vamos, vamos a la cama que es hora de descansar.
No protesto, aunque quisiera quedarme un ratito más.
Calentito y en pijama qué bien sienta descansar.
Y en lo mejor de mi sueño cuando yo era el rey del mar,
oigo una voz conocida, es la voz de mi mamá:
-Vamos, vamos, venga arriba que es hora de levantar.
(Dori Oliver)
Actualmente, muchos de
nuestros niños y adolescentes presentan
dificultades en el seguimiento de las normas y en aceptar la autoridad,
acompañado de una falta de respeto a los
docentes, padres de familia y todo lo que representa autoridad.
Algunas de las causas, están
relacionadas con el poco o nulo acompañamiento de los padres y madres a sus
hijos en la crianza en el hogar. Además, que los padres tienen baja capacidad y
pocos conocimientos para impartir una autoridad adecuada, que permita un
aprendizaje adecuado de las normas, del seguimiento de instrucciones y la forma
en que dan las órdenes. Algunos padres
han delegado la crianza y la autoridad a las instituciones como los centros de
desarrollo infantil de los 0 a 5 años y posteriormente a la escuela. En los tiempos que están en casa, hay caos,
porque tratan de imponerse los abuelos, los tíos, los padres, los hermanos
mayores y hasta los cuidadores. A esto se le puede sumar, el ejemplo de los padres, los comentarios de
los padres en casa donde desautorizan e incluso tratan mal a los docentes
delante de los estudiantes.
Algunas de las consecuencias se
evidencian en el comportamiento, en este caso en la escuela, en situaciones
como estudiantes que no saben escuchar y prestar atención, no siguen ordenes ni
instrucciones, no cumplen con sus obligaciones académicas, no respetan la
autoridad de los docentes ni directivos, agresiones constantes entre
estudiantes, conductas desadaptativas como consumo de drogas, alcohol,
cigarrillo, vocabulario vulgar, conflictividad por todo y riñas callejeras.
ALGUNAS ORIENTACIONES PARA QUE
LOS HIJOS APRENDAN A SEGUIR INSTRUCCIONES Y ACEPTEN LA AUTORIDAD.
1. COMO
DAR ORDENES. Llame a su hijo por su nombre. Procure que lo mire a los ojos y
dígale claramente que es lo que Usted quiere que haga. No de más de una orden a la vez. Sea firme.
2. PRESENCIA
DE UNA FIGURA DE AUTORIDAD. Es fundamental que los padres reconozcan que ellos tienen la autoridad sobre los
hijos. No son las abuelas, ni las tías.
Tampoco los hijos mandando a los padres.
3. ESTABLECER
NORMAS CLARAS EN LA CASA. Los hijos deben saber que pueden hacer y que no
pueden. Tratar de que padres (incluso si
están separados) y cuidadores tengan las
mismas reglas y se apliquen. No desautorizar.
4. TODO
COMPORTAMIENTO DEBE TENER CONSECUENCIAS. Estas deben ser positivas o negativas
dependiendo del comportamiento. Solo las pataletas se deben ignorar.
5. LAS
RUTINAS SON IMPORTANTES. Hay cosas en la vida que debemos hacer nos guste o no nos guste. A los hijos es necesarios enseñarles a hacer
labores de la casa, deben aprender a ser responsables, como mínimo, de sus
cosas personales como ropa, habitación, aseo.
6. COHERENCIA
Y CONSTANCIA EN EL EJERCICIO DE LA AUTORIDAD. El ejemplo es fundamental. Debe
haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Menos cantaleta y más
acción.
7. FIRMEZA.
Si usted dice no, es no. Si Usted dice sí, es sí. No esté cambiando de opinión.
Sostenga sus decisiones.
8. AMOR
Y ESCUCHA. La clave para una buena educación es ser firmes en la autoridad pero
con mucho amor. Escúchelos para que aprendan a escuchar. Oriente y no grite.
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